Fertilizante orgánico con cáscaras de huevo o vegetales

Para que nuestras flores estén más bonitas y sanas, disponemos de todo tipo de fertilizantes en el mercado, pero ¿sabías que puedes hacer tu propio compost con los restos de comida que comes a diario? Eso es lo que te vamos a mostrar en el artículo de hoy.

Cáscaras, leche, canela y café

Usar cáscaras de huevo y plátanos es tan simple como triturarlos. En el caso del banano, los desechos deben enterrarse alrededor de la planta, y lo mismo ocurre con las verduras peladas, como calabazas, zanahorias, papas, etc., que son ricas en vitamina E. Esparza cáscaras de huevo trituradas en el suelo, el calcio de este material será absorbido por las plantas cuando se riegue.

Ahora que ya sabes para qué sirve tu piel, es hora de usar leche. Diluye 100 ml de leche en 1 litro de agua y tienes en casa un potente fungicida, esto se debe a que el compuesto contiene sales y aminoácidos que, aplicados en las propias hojas, hacen que las plantas sean más resistentes, protege de los insectos causantes de enfermedades a las emergencia de. El líquido todavía puede usarse como fertilizante si lo pones en un sustrato.

Otra especia muy habitual en los abonos domésticos es la canela, que se puede utilizar tanto en la tierra para prevenir hongos como para acelerar el enraizamiento de las plantas, como magulladura de las hojas. El café molido diluido con agua y dejado reposar durante una semana también actúa como repelente ante posibles plagas. Recuerde, no aplique café molido directamente al suelo.

tecnicas de compostaje casero

Además de estos sencillos consejos, apuesta por técnicas caseras de compostaje. Para reutilizar los residuos domésticos y crear un abono natural, deberás separar la materia vegetal orgánica, la materia vegetal orgánica de tu cocina, distribuirla por capas y esparcir entre ellas paja u hojas secas. Este proceso se puede hacer en un balde de plástico con tapa. Vale la pena mencionar que se necesitan al menos 3 meses para que el compost se convierta en fertilizante, por lo que la paciencia es la consigna.

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